Pan comun

Christstollen

El Christstollen es un pan servido como postre en navidad (incluso en el adviento) y que tiene formas que recuerdan a un niño recién nacido envuelto en sus pañales (ese es el consejo que dan los cocineros cuando se elabora), por esta razón se cubre de polvo de azúcar. Es muy conocido en la cocina alemana navideña.
El Stollen se compone de una pasta pesada de levadura. Para 10 kg de harina contiene cerca de 3 kg de mantequilla (o incluso margarina) casi 6 kg de frutos secos – solamente pasas, tanto sultanas como de corinto – así como concentrados de limón y de naranja. No se aconseja el empleo de cacahuetes ni otras semillas de leguminosas.
Historia
Los comienzos
La elaboración artesanal del Christstollen se puede decir que posee una larga tradición en la cocina alemana. La primera mención de este postre en un documento, data del año 1329 en Naumburg (Saale) cerca del Saale, como un regalo de navidad ofrecido a un obispo. Por aquel entonces era un pastel más ligero, ideal para los ayunos de adviento. La forma antigua es muy similar a la actual y ha sufrido pocos cambios, y es porque se elabora intencionadamente con la forma de un niño envuelto en pañales (recordando de esta forma al niño Jesús recién nacido). Esto explica su capa externa de azúcar glaseado.
Las tradiciones católicas no permitían la ingesta de leche y mantequilla durante los periodos de ayuno. Por esta razón las masas de los primeros Stollen sólo podrían ser elaborados con ingredientes sencillos tales como: agua, avena y aceite de nabos. La forma de elaboración primitiva desagradaba debido a su sabor austero a los Nobles de la época, de esa forma rogaron al príncipe Ernst von Sachsen y a su hermano Herzog Albrecht en el año 1430 que intercediera ante el papa Nicolás V para que fuera posible incluir en la receta del Stollen la mantequilla. El Padre Santo rechazó la petición. El primer Papa que permitió por fin la inclusión de este alimento en el ayuno adviento fue Inocencio VIII que en año 1491 escribió una carta permitiendo su uso, la carta fue denominada: "carta de mantequilla" ("Butterbrief"), pero puso como condición substituir el aceite por la mantequilla. La "Butterbrief" tenía aun algunas exigencias más: cada vez que se elaboraba un Stollen debería pagarse una cantidad a la Iglesia para construir la Catedral (Dom) de Freiberg. La "Butterbrief" establecía en sus comienzos que sólo los Nobles y algunos de sus allegados podrían probar este postre, pero pronto se extendió al pueblo este permiso. De esta forma se puede decir con derecho; que Inocencio VIII fue el primer Papa que escribió la receta de un postre.
La tradición oral cuenta que un pastelero real (Hofbäckers) denominado Heinrich Drasdo en Torgau (Sachsen), que fue el primero en añadir a la fórmula frutos secos debido a que lo encontraba demasiado sencillo para ser un pastel navideño. Y fue de esta forma como se "enriqueció" el pastel hasta llegar a la forma conocida en la actualidad, y al mismo tiempo fue cuando el "Drasdoer Stollen" fue conocido primero en todo Sachsen y posteriormente en toda Alemania.
En Dresde se vuelve a mencionar el Christstollen casi 150 años después de las referencias de Naumburg. En una factura de Dresde aparece la fecha Anno 1474' unida al concepto "Christbrod" asignada como gasto a la corte que allí se establecía, en esta comarca se denominaba al Stollen como "Striezel". De esta forma la etimología del mercado navideño (Weihnachtsmarkt) denominado Striezelmarkt (Uno de los más antiguos de toda Alemania) tienen su denominación gracias a la venta que de él se hacía en aquella época, indicando de esta forma su popularidad. Desde el año 1500 en Dresde se vendían los "Christbrod uff Weihnachten". A partir del 1560 los panaderos de Sajonia ofrecían a los Nobles cada año un regalo consistente en dos "Weihnachtsstollen" de 1,50 metros de longitud y 36 libras de peso. El regalo era realziado por ocho maestros y sus respectivos aprendices, que ellos mismos llevaban al castillo. En el año 1730 Augusto II de Polonia (August der Starke) mando hacer un inmenso Stollen de casi 1,8 toneladas y que se llegó a distribuir en 24.000 porciones, esta acción hizo que se volviera tradicional hacer una Stollenfest (Fiesta del Stollen) en Dresde el segundo sábado del adviento. Es un hecho comprobado, que los pasteleros de las ciudades de Meißen y Siebenlehn elaboraron grandes cantidades de Stollen para el mercado navideño de Striezelmarkt, hecho este que no gustó a los pasteleros de Dresde. Al final de la guerra de los treinta años en el año 1648 los pasteleros de Dresde exigen su privilegios como únicos vendedores de Stollen en el Striezelmarkt.
La Actualidad
La denominación de "Dresdner Stollen" era libre y su empleo era libre por parte de cualquier pastelero de Alemania, pero durante la unificación de Alemania se habló de la denominación de origen del Stollen. Desde el año 1997 se ha protegido la denominación de tal forma que sólo se puede nombrar "Dresdener Stollen" los que se hacen en Dresde, de esta forma se protegen las recetas de cerca de 150 pasteleros de Dresde y se garantiza al consumidor la originalidad de su consumo.
De todas formas la popularidad de este pastel navideño hace que en otras partes de Alemania se elabore, pero el nombre es ligeramente diferente, de esta forma en Erzgebirge ("Erzgebirgischer Stollen"), en Bremen ("Bremer Klaben"), en Westfalia ("Münsterländer Stollen"), en Erfurt ("Schittchen"), en Múnich ("Münchner Kindl Stollen"), en el Eifel (Marca "Stollenbäcker") y en Colonia ("Kölner Stollen"). El mayor productor de Stollen curiosamente tiene su sede en Colonia y Würselen junto a Aquisgrán.
Tipos de Christstollen
Mandelstollen
(Stollen de Almendras) que contiene cerca de 20 kg almendras sobre 100 kg de productos de cereal y almidón. Suele llevar en su interior frutos secos, así como añadidos de Zitronat y Orangeat. No es costumbre añadir a la masa de este stollen Persipan (una mezcla de mazapán y melocotón).
Butterstollen
 (Stollen de Mantequilla) contiene cerca de 40 kg mantequilla o de contenido graso similar a la mantequilla sobre cerca de 70 kg frutos secos, también Zitronat y Orangeat, sobre 100 kg de productos de cereal y almidón. Cerca de 10 kg frutos secos, se puede añadir almendra y además una cantidad de mazapán. No es costumbre añadir a la masa de este stollen Persipan (una mezcla de mazapán y melocotón).
Marzipan- o Persipanstollen
En ambos casos se trata de un Stollen que puede contener masa cruda bien de mazapán o de parsipán. Su peso en la mezcla razón no debe sobrepasar el cinco por ciento del peso total de la masa del Stollen.
Mohnstollen
(Stollen de semillas de amapola) que contiene cerca de 20 kg de semillas de amapola que se puede comprar sin problemas en cualquier mercado de Alemania, todo ello sobre 100 kg de productos de cereal y almidón. La masa del Stollen se trabaja para que sea el relleno de este tipo de Stollen, su apariencia final es muy típica de las tartas alemanas, tiene las semillas negras de amapola dispersas por el interior del bollo. frutos secos, se añade también Zitronat y Orangeat.
Nuss-Stollen
 (Stollen de nueces) contiene un peso aproximado de 20 kg nueces, se trabaja igualmente la masa para que las nueces sean el relleno del stollen y se suele picar en tamaños pequeños, la masa de nueces se mezcla sobre 100 kg de productos de cereal y almidón.
Dresdner Stollen
Este es el más clásico de los Stollen: Dresdner Stollen. Para garantizar su elaboración y el correcto uso de los ingredientes se ha creado en Dresde la "Asociación Schutzverbandes Dresdner Stollen" con el objeto de proteger al consumidor de posibles engaños, y tiene entidad legal desde el 26 de marzo de 1996 en el que se consiguió que el Dersdener Stollen tuviera una marca registrada aprobada por la Deutschen Patent- und Markenamt. Así se puede controlar los ingredientes de los Stollen que se venden en los mercados entre: "Echter Dresdner Stollen", "Echter Dresdner Christstollen" y "Original Dresdner Christstollen®".
El Dresdner Stollen contiene por lo menos 3 kg de manteca, 10 kg de harina o [[levadura], 7 kg frutos secos, así como Zitronat y Orangeat, 1 kg de almendras. Los ingredientes: persipan y mazapán no están permitidos.
Tras casi 100 años de permanencia la receta del Dresdner Stollen contiene:
  • 1,5 kg de harina
  • 300 g de azúcar
  • 560 g mantequilla
  • 100 g Rindertalg (heute besser Schmalz), manteca
  • 700 g pasas;
  • algo de ron
  • 350 g Zitronat
  • 350 g almendras
  • 110 g levadura
  • 1 pellizco de sal
  • cáscaras de limón
  • 25 cl. leche
Tras haber sido cocinado en el horno el Stollen debe reposar 3 semanas en un sitio fresco, para que las frutas vayan dando el aroma y el sabor por su interior.
De Wikipedia, la enciclopedia libre

El gluten en la panaderia

El gluten de trigo vital es un polvo ligeramente amarillento, con un contenido en humedad del 9 a 12 %, que añadido a la harina aumenta el contenido proteico de la misma y sirve además para que ciertos panes especiales con alto contenido en fibra o de centeno, puedan panificarse sin problemas, obteniendo de ellos un volumen aceptable. Del mismo modo, con su adición pueden adecuarse procedimientos tecnológicos de panificación.
Cuando mezclamos la harina con el agua y comienza el amasado, el vaivén de la amasadora proporciona una materia elástica denominada masa, la cual proporcionará unas características variables a la calidad de la proteína de la harina. El 80 % de dichas proteínas están formadas por un grupo complejo de proteínas insolubles en agua, en el que dominan la gliadina y la glutenina. Estas dos proteínas, mayoritarias en la harina, son las que durante el amasado forman el gluten, responsable de formar una estructura celular impermeable a los gases.
El panadero puede aumentar la fuerza y la calidad de las harinas agregando una cantidad variable de gluten, de entre 1 y 4 kg por cada 100 kg de harina.
El amasado es un proceso continuo y automático donde la harina se mezcla con un 80 o 90% de agua, amasándose perfectamente, condición indispensable para la obtención de un buen rendimiento y una buena calidad. En la fase de lavado, la masa se separa del gluten húmedo y de la lechada de almidón. El gluten húmedo se seca por un procedimiento de secado rápido, eliminando así el agua con celeridad y asegurando un gluten seco con una pérdida mínima de vitalidad.
El gluten, ya seco, deberá tener una escala determinada de granulación –dependiendo del uso al que se destine variará su granulometría–, y también deberá mantener una vitalidad perfecta. En el proceso se obtiene otro producto, el almidón, gracias a otro complicado método. Las harinas promedio producen alrededor de 15 kg de gluten y 50 kg de almidón.
Ventajas del gluten
1.- Aumenta la fuerza y la tolerancia de la masa. Cuando a una harina de W=120, se le añade un 2 % de gluten se puede aumentar la fuerza hasta W=160, esto nos puede dar una idea del alto contenido proteico del gluten. Sin embargo, se debe tener en cuenta que a medida que aumenta la fuerza aumenta también la tenacidad, por lo que puede acarrear problemas en aquellos procesos de fabricación donde la longitud de la barra a formar sea muy larga, debido a las tensiones que ejerce la masa durante el formado.
2.- Aumenta la absorción del agua. Por cada kilo de gluten seco que se añade a la masa hay que añadir un litro y medio de agua, aumentando de esta forma la absorción y el rendimiento del pan.
3.- Mayor volumen del pan. Al mejorar la retención de gas durante la fermentación, su consecuencia es un aumento del volumen del pan.
4.- A mayor cantidad de gluten incorporado permite un porcentaje mayor de harina de centeno o de otros cereales o granos ricos en fibra.
5.- Refuerza las paredes laterales del pan de molde. Uno de los problemas del pan de molde es cuando los laterales de los panes se hunden. Este problema puede ser debido a múltiples causas: no haber cocido el pan el tiempo suficiente, haber tardado mucho tiempo en sacar el pan del molde, o utilizar una harina floja de escaso contenido en proteínas. Cuando se debe a esta última causa se corrige bien empleando una harina de mayor fuerza o bien añadiendo entre 1 y 4 % de gluten.

6.- Que al rebanar el pan de molde no se desmigue al tener mayor resistencia de miga. Aumenta la conservación y la esponjosidad en el pan de este tipo.
7.- En el pan de hamburguesa, y en general en los bollos de alto contenido en grasa, con la adición de gluten, la estructura queda reforzada, impidiendo que la pieza se arrugue una vez cocida.
Dónde añadir el gluten
Como se ha mencionado el gluten es el responsable de la retención de gas y de la estructura celular de la masa, por lo tanto será necesario añadirlo cuando sea necesario retener gas o cuando queramos reforzar la estructura de la masa. Si lo que queremos es aumentar el porcentaje de proteína de la harina hay que tener en cuenta que por cada 1 % de gluten añadido,la mezcla aumentará un 0,6 % su contenido en proteína; así pues, si tenemos una harina con el 13 % de proteínas y se añade 1 % de gluten, la mezcla se transforma en 13,6 % de contenido proteico.
Así pues, se añadirá gluten cuando la harina sea floja, el contenido en grasas y azúcares en la formulación sea elevado y en panes de alto contenido en fibra. Dependiendo del uso al que se destine, la cantidad variará entre 1 y 4 kg de gluten por cada 100 kg de harina.
Cómo añadir el gluten
Lo primero que se debe hacer es mezclar el gluten con los ingredientes secos, antes de mezclarlo con el agua. El contacto directo del gluten con los componentes líquidos de la masa provoca la formación de grumos en la masa difíciles de disolver.
Se debe modificar la cantidad de agua, añadiendo 1,5 litros por cada kilo de gluten incorporado. Del mismo modo el tiempo de amasado se incrementará progresivamente a medida que aumenta su dosificación. Para dar una idea, cada 2% de gluten añadido se incrementará el tiempo de amasado en un 15%. Este aumento del tiempo de amasado se debe a la necesidad de formar mayor cantidad de gluten proporcionado por el incremento de la proteína adicional.
Por Francisco Tejero

Levadura natural

La levadura natural también llamada masa madre liquida es un cultivo simbiótico de las levaduras presentes de manera natural en alimentos, como los cereales, y los hongos presentes en el medio ambiente, en especial levaduras como la Saccharomyces cerevisiae, responsable también de la fermentación del vino y la cerveza.

Tradicionalmente ha servido para hacer fermentar el pan, antes de que existiese la levadura comercial. Es el homólogo de términos como sourdough en inglés, sauerteig en alemán o levain en francés. Es por tanto un tipo de levadura, aunque el pan realizado con este método suele ser llamado “de levadura natural” o incluso “sin levadura”.

Se suele elaborar a partir de cereales como el trigo o el centeno. Los panaderos desde antiguo guardan la masa madre, ya sea en estado líquido o como un trozo de masa (separado del pan justo antes de la cocción), para la elaboración diaria del pan incorporándole harina y los demás elementos de que se vaya a componer el pan. Las bacterias de la masa madre son relativamente resistentes a las bajas temperaturas (más que las de la levadura comercial) por eso se pueden almacenar “vivas” alimentándolas con harina y agua; o bien en estado pasivo, adormecidas a bajas temperaturas, por ejemplo en la nevera (siempre sobre cero).

Para obtenerla (la levadura no se hace ni se fabrica, ya que está presente en el ambiente) hay que capturar las bacterias presentes en el aire, para que, junto con la levadura presente en los cereales creen un cultivo que impida a las bacterias malignas prosperar en la masa harinosa. Este cultivo necesita 3 elementos básicos:

•          Alimento
•          Humedad
•          Temperatura adecuada (tibia, no caliente, similar a la del cuerpo humano

Un exceso o falta de alguno de ellos puede resultar en la muerte de los microorganismos que componen la masa madre. Del mismo modo, aumentos o descensos de temperatura influyen en la cantidad de alimento necesario. En condiciones normales las bacterias duplican su número cada 2 horas aproximadamente, así que se trata de capturarlas y poner las condiciones para que proliferen.
Para elaborar masa madre se necesita agua y un cereal, preferiblemente en estado de harina. Las levaduras suelen estar presentes en el exterior de los granos del cereal, así que es más conveniente usar harina integral, ya que la harina blanca carece del salvado, que ha sido extraído en el proceso de molienda. Se puede acelerar el proceso usando pasas de uva (muy ricas en levaduras, trigo machacado y salvado de trigo, durante los dos primeros días, para aumentar las posibilidades de éxito de la masa, luego se desechan. Este proceso suele dar resultados más rápidos con harina integral de centeno.
Se junta el mismo volumen de harina y de agua y se deja a temperatura ambiente. A lo largo de varios días (depende de las condiciones, puede variar de 3 días a una semana) se procederá a desechar la mitad de la masa. Se mezcla medio volumen de harina y agua “nuevas”, y se añade a la masa “antigua”, de esta manera se procura que a cada “carga de alimentos”, aumente la probabilidad de atrapar las levaduras y bacterias presentes en el cereal. Al cabo de 2-3 días la masa empezará a burbujear y desprender un ligero olor acre o avinagrado (similar al que se logra de la fermentación de zumos de frutas como chichas, principalmente cerveza). Se seguirá alimentando hasta que esas burbujas hagan que el espeso líquido aumente de volumen. En ese punto, la masa está preparada para ser usada en la elaboración de pan. Se puede acelerar el proceso usando pasas de uva (muy ricas en levaduras), trigo machacado y salvado de trigo (la cascara del trigo desechado en la molienda para producir harina) durante los dos primeros días, para aumentar las posibilidades de éxito de la masa, luego se desechan. Este proceso suele dar resultados más rápidos con harina integral de centeno.

Es importante atender la temperatura del proceso. En los lugares donde la temperatura ambiente es baja, lo ideal es hacerlo en las zonas de la casa más templadas como en las proximidades de las cocinas, donde la temperatura promedio en general ronda los 30-35º. Si el ambiente es muy frío, del orden de los 18º o menos, el proceso tardará mucho tiempo y el resultado no será agradable de olor. Por el contrario, si se expone la masa a una temperatura por encima de los 40-45º, las levaduras mueren.

Para una elaboración diaria de pan (como en las panaderías) se mantiene el cultivo vivo a temperatura ambiente alimentándolo cada día con una dosis de partes iguales de harina y agua para que la levadura no muera y de esta forma siempre se mantenga con alimento, ya que es un ser vivo, se reproduce y muere sin alimento. No obstante, para la panificación ocasional, se puede guardar este líquido espeso en un bote en la nevera. Es conveniente que el bote no sea totalmente hermético. Tras varios días en la nevera, es normal que el líquido se asiente, incluso que le salga una capa de líquido marrón o grisáceo. Se elimina el exceso de líquido sin más. Para volver a elaborar pan, no hay más que sacar la masa madre de la nevera y añadirle una “carga” de harina y agua tibia (igual peso de harina que de agua) y dejarlo de 3 a 4 horas hasta que burbujee o bien colocando la masa madre en un lugar cálido para que adquiera una temperatura adecuada para la reproducción de las levaduras. En ese momento se puede utilizar para la panificación. Es aconsejable no usar nunca agua que contenga cloro.
Es muy importante tener en cuenta que la masa madre no es tan rápida en su leudado como las levaduras tradicionales, de modo que el tiempo de fermentación en más largo. Se puede utilizar a modo de masa madre y usar en combinación de la levadura prensada.

Ingredientes:

Esta masa madre líquida tiene las mismas características de una masa madre a la hora de mejorar el pan, sin requerir apenas mantenimiento. Se necesitan 3 días para obtener la levadura.

Cantidades según necesidad:

Harina integral
Agua
Harina fuerte
Azúcar

Elaboración:

Primer día:

Mezclar 50 gr. de agua templada con 50 gr. de harina integral. Dejar fermentar 24 la mezcla en un cuenco, tapado con un paño de cocina, a una temperatura constante entre 20º y 25º.

Segundo día:

Mezclar 100 gr. de agua templada, 100 gr. de harina de fuerza y 20 gr. de azúcar y añadirlos a la masa del día anterior. Tapar el cuenco con un paño de cocina y dejar fermentar 24 horas a una temperatura constante entre 20º y 25 º.

Tercer día:

Mezclar 200 gr. de agua templada y 200 gr. de harina de fuerza y añadirlos a la masa de los días anteriores. Dejar fermentar en un cuenco, tapado con un paño de cocina, durante 12 horas, a una temperatura constante entre 20º y 25º.

La levadura está lista para ser utilizada. Si se utiliza a diario refrescar (añadir agua y harina en la misma cantidad) y mantener sobre los 20º y 25º. Si no se utiliza a diario mantener en frio para evitar que se vuelva demasiado ácida.

Para refrescarla, cada 8 días (tirar una cantidad y sustituir esta por la mitad de harina y mitad de agua) proceder según las indicaciones del tercer día, añadiendo eventualmente una pizca de miel de vez en cuando para dar vida a los fermentos.

Uso:

Utilizar unos 200 gr. más o menos por kilo de harina (esto equivale a 100 gr. de agua y 100 gr. de harina) esta cantidad debemos restarla a la formula que utilicemos para no descompensarla. 

De Erik Kaiser

Como conocer la harina

No todas las harinas son iguales, de modo que existen clasificaciones que guían a los panaderos para conocer de antemano las propiedades de cada una de ellas.

Podemos aumentar la fuerza de la harina, añadiéndole gluten (Ver el gluten en la panadería). Lo podemos encontrar en herbolarios. Precio de 2.60 E paquete de medio kg (abril de 2012).
Según la extracción la harina es:
Integral fuerte: de 100 Kg de cereal se obtiene el 100% de harina, sin tamizarla.
Semi-integral: de 100 Kg de cereal se obtiene el 95% de harina, tamizada.
Oscura: de 100 Kg de cereal se obtiene el 80-85% de harina, tamizada
Blanca: de 100 Kg de cereal se obtiene el 75% de harina, tamizada
En Italia la harina se clasifica según la extracción: la tipo 00 es la blanca y la tipo 2 la más integral. Por el camino quedan la tipo 0 y la tipo 1, también existen intermedias.
En Francia la harina se distingue por la cantidad de ceniza que presenta, también en función del grado de extracción y tamizado: T45 (la más blanca), T55 (la más empleada), T65, T80, T110 ó T150 (la más oscura).
En España, el alveograma Chopin determina las cualidades plásticas de la harina: fuerza, tenacidad y extensibilidad. Se miden de la siguiente forma:
W: expresa la fuerza de la harina, su contenido de proteína. A mayor W, más fuerza
P: expresa la tenacidad, la resistencia de la masa al estirarla
L: expresa la extensibilidad, la capacidad de la masa de retraerse. Una L mayor presenta una masa pegajosa, con poco tiempo de amasado, poca retención de gas y poco volumen
De la combinación de estos tres factores la harina es:
Gran fuerza: W entre 380 y 420 (muy rica en proteína).
Adecuada para masas de bollería, ricas en grasas y azúcares
Fuerza: W entre 320 y 380.
Perfecta para bollería con grasas y azúcares, así como panes con una hidratación elevada
Media fuerza: W entre 180 y 250.
Adecuada para bollería hojaldrada con un poco de grasas y azúcares y perfecta para elaborar pan con procesos artesanales, panes de hidratación media y sin aditivos.
Panificable alta: W entre 170 y 210.
Para panes especiales, con harinas de varios cereales, y panes artesanos de hidratación media.
Panificable: W entre 140 y 270.
La harina del pan común elaborado con sistemas semimecanizados
Panificable baja: W entre 100 y 140.
Para pan común mecanizado y con aditivos
Galletera: W entre 80 y 100 (muy pobre en proteína).
Perfecta para pastelería, galletas y masas batidas en general
Según la cantidad de proteínas
La fuerza de una harina, la da el contenido de gluten (proteínas) que tiene, a más gluten, más fuerza tiene la harina.
Harina floja
Hasta 10g de proteínas por cada 100g de harina
Harina de media fuerza
De 10g a 11'5g de proteínas por cada 100g de harina
Harina de fuerza
De 11'5g a 13'5g de proteínas por cada 100g de harina.
Harina de gran fuerza
De 13'5g hasta 16g de proteínas por cada 100g de harina.
Como conocerlas en el supermercado:
Harinas flojas
Son las que en el envase vienen comúnmente como harina, harina de condimentación o harina de repostería. Es más económica que la fuerte. Las encontramos en cualquier tienda.
Harinas fuertes
En el envase se especifica como harina fuerte. Es más cara que la floja. Hoy en día es fácil de encontrar en tiendas especializadas y grandes superficies.
Harinas de media fuerza
Se consigue con la mezcla de ambas en las proporciones adecuadas o necesarias para cada elaboración.
En España los fabricantes de harinas no están obligados a poner el tipo de harina que es, ni la composición química de la harina en el paquete, pero a veces ponen la cantidad de proteínas y a partir de estas proteínas podremos saber la fuerza de la harina.